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sábado, 24 de marzo de 2012

Recabar todo el material al principio

A menudo encuentro que la forma más adecuada de abordar la preparación de exámenes es ir de lo GRANDE a lo Pequeño. Me resulta más fácil asimilar los conceptos y profundizar en detalles, definiciones o fechas después, que ir de forma secuencial intentando memorizar desde el detalle hasta la idea global.
La estrategia que sigo en este sentido es la siguiente: se trata de recabar todo el material que vaya a ser necesario para prepararme el examen. Lo primero es confeccionar una lista en la que se incluyan, allá donde corresponda:
libros, DVDs, vídeos,
programa con el índice de materias,
herramientas como calculadora, reglas, compás, ordenador (con las aplicaciones necesarias), diccionario,
horario de clases,
dirección de la biblioteca más cercana en la que pueda encontrar material de lectura relacionado con lo que voy a estudiar,
página Web oficial del organismo, universidad, instituto al que asisto,
Internet: podcasts, foros, grupos de noticias, blogs,

Y ¿luego qué? Simplemente le hecho un vistazo a todo. Literalmente. No hace falta leer los libros todavía, ver “Por qué leer todos los libros al principio”. Busco una idea general del material que utilizaré en los próximos meses. Pretendo familiarizarme con ello así como hacerme una idea imprecisa pero muy valiosa de lo que voy a hacer en un futuro inmediato. A partir de aquí siento las bases para realizar una planificación realista del tiempo de estudio.
¿Pérdida de tiempo? Precisamente lo contrario. Invertir tiempo en esta primera medida consigue ahorrarme una enorme cantidad de horas a corto, medio y largo plazo. Además de la seguridad en mí mismo que empiezo a construir en torno a la materia de la que voy a ser examinado.