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sábado, 24 de marzo de 2012

Por qué leer todos los libros al principio

Algo tremendamente útil al principio de un curso, de la preparación de una asignatura o un examen es la toma de contacto con toda la bibliografía. Cuanto antes mejor. Entre las ventajas que encontramos cuando hacemos esto, podemos ver: familiaridad con el temario, autores y contenidos; lo que ya nos suena luego es más fácil de entender, recordar y memorizar; todo aquello que nos resulte interesante va a despertar en nosotros curiosidad e interés además de aumentar la receptividad con la que vamos a afrontar lo que tenemos delante.
Podemos coger cada uno de los libros e ir de forma secuencial leyendo rápidamente de principio a fin o también podemos seleccionar primero el libro que más nos atraiga, por alguna razón como el diseño de la portada, el título o el contenido que pensamos pueda cubrir y nos interese. Yo iría a por la segunda opción, empezaría por el libro que más me atrajese.
Lo que buscamos con esto es simplemente una primera toma de contacto. Gracias a la misma, luego nos va a sonar todo o gran parte y aunque no dominemos el concepto, cosa que no pretendemos con esta primera ojeada a los libros, sí nos resultará más sencillo asimilarlo. Incluso si solamente recordamos el nombre del propio concepto, fecha o lugar la primera vez que oímos hablar de ello en clase. Incluso si únicamente creemos saber en cual de los libros se menciona. Ya habremos sido expuestos a ello con anterioridad en uno de los libros y, en numerosos casos, se tratará de algo que nos interesó y sobre lo que profundizamos en nuestra lectura inicial. De forma que reduciremos sustancialmente la probabilidad de encontrarnos con algo del todo desconocido y el rechazo inicial que ello conlleva.
Esto es lo que yo haría: Cogería un primer libro y leería la portada, contraportada, índice, glosario, introducción, bibliografía y críticas en Internet, si las hubiere. Tras ello, volvería al índice y buscaría el capítulo que más me atrajese e iría a por los títulos, subtítulos, dibujos, esquemas, resumen y conclusión en aquellos casos donde los haya. Al encontrar algo que me interesase en particular, leería dentro del texto correspondiente. Aplicaría la misma lógica hasta terminar todo el libro y el resto de ellos. Siempre yendo de mayor interés a menor. Tanto al seleccionar los libros como dentro de ellos. Por cada libro, emplearía 10 minutos de media. Unas veces serán 5 minutos, otras podrán ser hasta 15 minutos. Por encima de ello quizás estemos profundizando demasiado o sin el adecuado nivel de concentración.
Algo importante que casi olvido. No tenemos por qué comprar todos los libros, las bibliotecas se mueren por tener visitantes.