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sábado, 24 de marzo de 2012

Aprendiendo idiomas. Opciones

Empecé a estudiar Inglés cuando tenía 11 años. En el colegio. Terminé la Enseñanza Primaria y estuve en Secundaria estudiando Francés también. Así hasta la Universidad, en donde ya no teníamos ninguna materia de idiomas. Mis 4 años de Francés y los 7 de Inglés me sirvieron para darme cuenta de lo bien que me lo pasaba estudiándolos y de lo poco que era capaz de hacer con ellos. Recuerdo haber estudiado mucha gramática, vocabulario y pronunciación. Mis notas siempre habían sido buenas porque me gustaba mucho, disfrutaba aprendiendo a decir las cosas en otro idioma. Lo que ocurría era que todo se quedaba en eso. Luego no era capaz de entender nada. Sobre todo escuchándolo pero tampoco leyéndolo, si se salía un poco del vocabulario que yo había aprendido. Qué decir de ser capaz de hacerme entender en inglés o francés, pues menos todavía. No sabía articular las palabras creando frases a menos que no fuesen las que estaba acostumbrado a repetir una y otra vez en clase.
Recuerdo en la Facultad el primer libro en inglés que tuve en mis manos. Me pareció excitante, me atraía muchísimo la idea de poder estudiar parte de una asignatura con un libro escrito en otro idioma. Pero a la vez me resultó frustrante porque no entendía la mayoría de las expresiones. Y eso que era algo técnico, que siempre es mucho más fácil. Ya acabando la Universidad me apunté con la que ahora es mi amada esposa a una academia de inglés y estuve estudiando durante dos años. Mucho más práctico que lo que había hecho en Primaria y Secundaria, pero todavía faltaba práctica. En parte porque yo no tenía tiempo para ir a todas las clases de conversación y demás eventos sociales que organizaban. Aunque también porque volvía a ser un método centrado en la teoría (vocabulario, gramática, sintaxis). Y no en la práctica (hablar, escuchar).
Pocos meses después de terminar mi segundo año de academia, cogimos Raquel y yo la mochila y nos fuimos a vivir a Irlanda. Todos esos años estudiando inglés habían servido. Pero no
tanto como yo pensaba. Podía leer y entender lo que ponían los carteles en el aeropuerto, las paradas de autobús y hasta la frase “look right” (“mirar a la derecha”) que ves en el asfalto al pie de un semáforo antes de cruzar de cera en Dublín. [Aún así yo miraba para todas partes porque eso de que los coches condujesen por la izquierda me tuvo bastante desorientado durante bastante tiempo (pero ése es otro cantar)]. Me resultaba tremendamente difícil entender a la gente hablando. Y todavía más hacerme entender yo mismo. Qué corte me daba. Qué vergüenza oírme hablar en otro idioma. Según estoy escribiendo esto me doy cuenta de que por mucho que estudiase, si yo no me atrevía a hablar, poco éxito iba a tener en la aventura de aprender idiomas. Por supuesto que sí, la autoestima juega un papel principal en el aprendizaje de idiomas. Pero también es cierto que por mucho que confíes en ti mismo, si nunca has aprendido el idioma, no vas a poder articular palabra.
Lo que quiero mostrarte después de la pequeña gran introducción de más arriba son las distintas opciones con las que normalmente la gente cuenta a la hora de aprender idiomas. Lo primero a tener en cuenta es la utilidad que le vas a dar:
¿PARA QUÉ?
  • Viajar. Aeropuertos, hoteles, trenes, carreteras, ocio, turismo, …
  • Conversación. No es lo mismo por teléfono que cara a cara. La primera es ligeramente más complicada
  • Lectura. Novelas; literatura; libros o artículos técnicos; carteles en los aeropuertos; …
  • Trabajar. Hablando por teléfono, asistiendo a reuniones en las que tienes que participar; leyendo documentación y libros de material técnico; …
  • Ver el cine en versión original. Te puedo asegurar que no es lo mismo ver a Bruce Willis en “La Jungla de Cristal” con la voz traducida al español que en versión original. Es mucho más gracioso con su propia voz.
  • Vivir en el extranjero. Aquí entra todo (lectura, conversación, películas, trabajo, …)
  • Currículo. Para ti o para tus hijos.
Ahora veamos algunas de las muchas formas disponibles de aprender idiomas:
¿CÓMO?
  • En el colegio. Si no tienes mucho dinero, como le pasó a mis padres, me pasa a mí y como les pasará a mis hijos, pues en un colegio normal en el que en una de las asignaturas te enseñan el idioma extranjero. Nada de qué avergonzarse. Si, por el contrario te sobra el dinero, pues ¡comparte un poco! ;) y piensa en ir (llevar a tus hijos) a un colegio bilingüe, que es aquél en el que se dan muchas asignaturas, si no todas, en el idioma extranjero.
  • Academia. Cuando no tienes disponible la opción de ir al extranjero y estudiando por tu cuenta no consigues grandes resultados o simplemente ni te lo planteas, esta sería tu opción empezar con un nuevo idioma o para mejorar lo que ya sabes.
  • Clases particulares. Aquí contratas a alguien para que quede contigo, en tu casa o en algún otro sitio para que te de clases a ti solo. Cuando se basa en la conversación, por que ya tienes un mínimo de conocimientos, con esta modalidad puedes avanzar mucho. Pero hasta cierto punto, ten en cuenta que sólo estarás expuesto al acento de esa persona en concreto.
  • Por tus propios medios. Si eres una de esas personas que, sin ir a clases de guitarra, sabe tocarla porque lo has aprendido por tu cuenta, esta es una buena opción si tienes tiempo. Hay una gran variedad de recursos: Cintas de casete, de video; CDs; DVDs; Radio (Onda larga, satélite o Internet); Periódicos (en papel o en formato digital desde Internet); … De nuevo, bueno para mejorar o empezar con un idioma que no conoces.
  • En la Universidad. Haciendo una Filología, que es una carrera en la que se estudia un idioma extranjero; estudiando el idioma extranjero como una de las asignaturas (hay universidades en las que el inglés se imparte a sus alumnos); formando parte de un programa de intercambio con el que alguien de otro país viene a tu casa y tú vas a la casa de esa otra persona durante un tiempo dentro de un mismo curso; consiguiendo una beca para estudiar en el extranjero; cuando parte de la bibliografía no está traducida a tu lengua materna; …
  • Viviendo o viajando con cierta frecuencia al extranjero. La mejor de todas las opciones, claro está, si lo que buscas es dominar el idioma. Aunque ni mucho menos imprescindible para que puedas leer con soltura o hacerte entender en el extranjero yendo de viaje.
CONCLUSIÓN:
Primero ve qué nivel quieres alcanzar. Esto es fundamental para evitar posibles frustraciones. Luego infórmate sobre las opciones a tu alcance, tiempo que vas a necesitar y coste económico. El nivel más alto siempre lo vas a conseguir viviendo en un sitio donde la gente no hable tu idioma y donde tampoco tengas a nadie al lado que te resuelva la papeleta. Ten en cuenta que nadie acaba por saberlo todo nunca y que la clave en esto de aprender idiomas está en la práctica. Repito: “la clave está en la práctica”.
Mapa conceptual
Nube de palabras