Vistas de página en total

martes, 20 de mayo de 2014

Quedarte en casa es perjudicial para tu memoria y tu salud

Fuente MuyInteresante;

Salir a la calle y que nos de la luz del sol es más importante para la salud de lo que pensábamos. Según un estudio realizado por Oscar Franco y el equipo que él dirige (BMJ, 2014), un bajo nivel de vitamina D en la sangre, la sustancia producida por el cuerpo cuando la piel se expone a la luz solar, podría hacer que fuésemos más susceptibles a morir de enfermedades como el cáncer y afecciones cardiacas. La vitamina D también se obtiene de algunos alimentos que tomamos en la dieta cotidiana como el pescado o los huevos.

Según los autores del trabajo, los niveles de vitamina D actuarían como una especie de barómetro general de salud, aunque no está claro si el nivel de vitamina D es la causa de las enfermedades o si va asociado a otros comportamientos que se relacionan con peor salud como la vida sedentaria o el hábito de fumar. Lo que sí parece, es que la vitamina D se relaciona no sólo con la salud física sino también con nuestra memoria, tal como demuestran Wilson y sus colaboradores en un artículo publicado en Journal of the American Geriatrics Society (2014). Los resultados de la investigación revelaron que un nivel bajo de vitamina D está vinculado con una peor memoria y un menor funcionamiento cognitivo general a lo largo del tiempo.

¿Qué podemos hacer? Pues parece claro que salir a la calle a menudo a que nos de la luz del sol y mantener una dieta equilibrada son dos opciones. Se está estudiando la dosis de suplemento vitamínico que podría reducir el declive cognitivo pero mientras se descubre, puedes ejercitar tu memoria con juegos divertidos y pasatiempos que mantengan tu cerebro joven y sano.


Dime a qué velocidad andas y te diré si sufrirás demencia

Fuente MuyInteresante;
 
La velocidad a la que caminamos mientras somos adultos puede ser un indicador del riesgo de sufrir demencia o infarto cerebral al alcanzar la tercera edad, según se desprende de una investigación del Centro Médico de Boston  (EE UU) que se presenta en el encuentro de la Academia Americana de Neurología el próximo mes de abril. De este modo, los neurólogos y los médicos de familia dispondrían en sus consultos "de un test cómodo y sencillo para predecir el riesgo de deterioro de la función cognitiva", aseguran los investigadores.

En estudios con más de 2400 hombres y mujeres que rondaban los 60 años, Erica C. Camargo y sus colegas midieron la velocidad a la que caminaban y la fuerza de agarre de sus manos, así como la función cognitiva, ayudados también por escáneres cerebrales. Durante los 11 años siguientes estudiaron su evolución. Y así comprobaron que las personas que inicialmente caminaban más despacio tenían 1,5 veces más probabilidades de desarrollar demencia. Además, comprobaron que andar a paso lento estaba asociado con un menor volumen cerebral, una memoria más débil y menos destreza en el uso del lenguaje y en la toma de decisiones.

Los investigadores pretenden llevar a cabo más estudios para entender por qué ocurre esto y si hay una enfermedad preclínica que pudiera estar causando la lentitud al caminar o una menor fuerza de agarre.
Fuente MuyInteresante;

Salir a dar un paseo al aire libre ayuda a mejorar la concentración, incluso cuando hace frío, según revelaba una investigación de la Universidad de Michigan publicada en Psychological Science. Según los autores, caminar por el campo o pasear por un parque, tanto si hace calor como si hace frío, aumenta la memoria y la atención mejoran en un 20 por ciento después de una hora de interacción con la naturaleza.

Los investigadores piensan que los resultados pueden tener repercusiones más amplias y ayudar a personas que padecen de fatiga mental. También se ha demostrado que interactuar con la naturaleza disminuye el tiempo de recuperación de pacientes de cáncer.

Las distracciones y el bullicio de las calles de la ciudad con personas cruzando las calles estimula a la gente, pero parece que consume atención y memoria, mientras que la naturaleza tiene un efecto calmante y regenerativo en las personas.

Los investigadores también probaron la teoría mostrando imágenes urbanas y de naturaleza y nuevamente los resultados fueron los mismos: cuando se mira fotografías de la naturaleza, la memoria y la atención mejoran en un 20 por ciento, pero no al mirar imágenes de las zonas urbanas.

Tensar los músculos mejora la memoria en personas de avanzada edad

Fuente MuyInteresante;

Un hallazgo importante en el campo de la neurociencia ha sido el poder demostrar que el ejercicio físico aeróbico tiene un importante efecto positivo sobre el cerebro y la capacidad de aprendizaje. Sin embargo, parece no ser el único tipo de ejercicio beneficioso para nuestras habilidades cognitivas. Un equipo de la Marquette University en los Estados Unidos ha encontrado que un sencillo ejercicio isométrico puede mejorar la memoria en las personas mayores de forma significativa.

Basándose en el supuesto de que los acontecimientos que nos activan se recuerdan mejor que los mundanos, estos investigadores decidieron manipular la activación de los participantes en un experimento de memoria a través de un ejercicio de tensión muscular. En su estudio colaboraron un total de 47 personas mayores sanas a las que se evaluó la memoria verbal y visual a través de dos pruebas neuropsicológicas habituales (aprendizaje de textos y retención de imágenes y figuras). A un subgrupo de participantes se les pidió que, inmediatamente después de aprender los textos y los dibujos, realizaran un minuto de ejercicio con una pequeña pelota de latex llena de arena. El otro subgrupo de participantes no hizo nada más.

Los resultados, publicados en Neurobiology of Learning & Memory (2014), indican que las personas que realizaron los ejercicios de tensión muscular tuvieron un mejor recuerdo de la información dos semanas después, en relación a un mayor nivel de arousal o activación causado por el ejercicio físico. Según los autores, este hallazgo se suma a otros anteriores acerca del efecto modulador de los ejercicios de tensión muscular sobre los procesos de consolidación en la memoria.

El cerebro se comunica mejor con zinc

Fuente MuyInteresante;

¿Qué necesitan las células de tu cerebro encargadas de formar recuerdos para comunicarse adecuadamente? Zinc, según una investigación realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Los investigadores han logrado observar el zinc en acción mientras regulaba la comunicación entre las neuronas del hipocampo, donde se producen los procesos de aprendizaje y memoria y donde una perturbación de la comunicación puede contribuir a la epilepsia. El estudio ha sido publicado en la revista Neuron.

Según afirma James McNamara, autor principal del estudio y director del Departamento de Neurobiología de Duke, los suplementos de zinc se venden comúnmente sin receta médica para el tratamiento de varios trastornos cerebrales, incluyendo la depresión, pero que, sin embargo, no está claro si estos suplementos modifican el contenido de zinc en el cerebro o la eficacia de la comunicación entre las células nerviosas. El investigador hace hincapié en que las personas que toman suplementos de zinc debe ser cautelosas, en espera de la información necesaria sobre cuáles son las concentraciones adecuadas de este elemento.

Hace más de 50 años los científicos descubrieron altas concentraciones de zinc en unos compartimentos especializados de las células nerviosas, llamados vesículas, que contienen los transmisores que permiten a las células nerviosas comunicarse. Las mayores concentraciones de zinc del cerebro se encuentran entre las neuronas del hipocampo, el centro cerebral del aprendizaje y la memoria. Se sabía que la presencia de zinc en estas vesículas sugiere que este jugaba un papel en la comunicación entre las células nerviosas, pero se desconocía cuál. El equipo de Duke ha confirmado que la eliminación del zinc de las vesículas de ratones genéticamente modificados impide una buena comunicación. Además, también observaron que el aumento del neurotransmisor glutamato aumenta la comunicación mediada por el zinc.Un aumento excesivo de la comunicación de las células nerviosas que contienen zinc produce y empeora la epilepsia.

¿Por qué recordamos mejor las caras que los nombres de las personas?

Cortesía de MuyInteresante;

Seguro que más de una vez al acercarte a alguien has reconocido fácilmente su cara pero has sido incapaz de recordar su nombre. Neurocientíficos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) han identificado el circuito cerebral que hay detrás de estos mecanismos de la memoria.

En una serie de experimentos con ratones, Clea Warbuton y Gareth Barker han demostrado que cuando recordamos un rostro o un objeto intervienen tres zonas cerebrales que trabajan "en equipo": la corteza perirrinal, que nos indica si un objeto es familiar o si nunca lo habíamos visto antes; el hipocampo, que reconoce los lugares y espacios; y la corteza prefrontal medial, encargada de funciones cerebrales superiores. Si se rompe la comunicación entre las tres regiones de este circuito cerebral no somos capaces de recordar ni el "objeto en su lugar" (por ejemplo dónde dejamos las llaves) ni ?el orden temporal" (dónde las vimos por última vez), según explican los autores del estudio en la revista Journal of Neuroscience.

De acuerdo con los investigadores, si reconocemos a alguien por la calle pero no recordamos su nombre, es muy probable que lo hayamos visto en otra parte, por ejemplo en el trabajo. Recordar dónde vimos por primera vez a esa persona posiblemente facilitará que nos acordemos de su nombre.


Dormir con interrupciones es malo para la memoria

Fuente MuyInteresante;

Dormir con interrupciones afecta la capacidad de formar recuerdos y esto podría ayudar a explicar algunos trastornos vinculados a la memoria, como la enfermedad de Alzheimer, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).

Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de Stanford (EE UU) utilizaron una técnica llamada optogenética, que consiste en la manipulación genética de células para poder controlarlas empleando la luz. A continuación, mientras los ratones dormían enviaron impulsos de luz a sus cerebros, de manera que podían alterar el sueño sin afectar el tiempo total de descanso. Los animales habían sido colocados en una caja con dos objetos, uno de los cuales les era familiar.

Una vez despiertos, los roedores no afectados dedicaron más tiempo a examinar el objeto desconocido, pero aquellos que sufrieron alteraciones del sueño concentraron su atención por igual en las dos piezas. Esto sugiere que no recordaban la que antes era familiar.

Según afirman los investigadores, los resultados demuestran que, independientemente de la cantidad total de sueño o su intensidad, un tiempo mínimo de sueño interrumpido cada noche resulta crucial para la consolidación de la memoria.

La memoria y el misterioso número siete

Fuente MuyInteresante;
Haz la siguiente prueba: pídele a un amigo que haga una lista de diez palabras o numeros. Léela una vez. Luego intenta recordar los elementos y decirlos en voz alta. La mayoría de la gente repite un máximo de siete elementos.

Todo tiene que ver con la memoria de trabajo, un tipo de memoria a corto plazo que funciona como una pizarra donde escribimos y borramos rápidamente la información antes de que pase a formar parte de la memoria más duradera o desaparezca rápidamente. Este mecanismo es esencial para mantener una conversación, recorrer una ciudad nueva o marcar un simple número de teléfono. Pero su espacio es reducido. Concretamente, está limitado al "mágico número siete".

Pero, ¿por qué esa cifra? Mikhail Rabinovich, neurocientífico de la Universidad de California en San Diego, y Christian Bick, del Instituto alemán Max Planck, parecen tener la respuesta. En un artículo publicado en noviembre en la revista Physical Review Letters, los investigadores presentan un modelo matemático que explica cómo se activan las neuronas cuando registran una secuencia de números o palabras. Según su esquema, para cada ítem se activa un grupo de neuronas que inhibe al resto momentáneamente mientras se retiene información, y también mientras se recuerda. Cuando más larga es una frase o una cadena de cifras, más difícil resulta para las células excitadas mantener inactivas a las otras células nerviosas. En concreto, recordar siete elementos requiere 15 veces más "supresión neuronal" que recordar tres. Y para recordar diez necesitaríamos 50 veces más capacidad de inhibición. Repetir más de diez cifras o palabras usando nuestra memoria temporal resulta fisiológicamente imposible para casi todos excepto para los autistas, cuyo cerebro parece capaz de crear circuitos mucho más fuertes que el de un sujeto normal. "El cerebro es una compleja máquina bioquímica", asegura Rabonovich.