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martes, 10 de septiembre de 2013

Mejor que el gimnasio: entrenar sin mover un músculo, solo con el pensamiento

Cortesía de Yahoo noticias;



Hace unos días veíamos en Neurolab cómo un poco de actividad física ayuda a mejorar capacidades como la atención y que nuestro cerebro funciona mejor cuando movemos el cuerpo. Pero, ¿y si te dijera ahora que el cerebro es capaz de prescindir del cuerpo para mejorar tus habilidades físicas? ¿Y si te contara que imaginar que tocas el piano o juegas al baloncesto mejora tu rendimiento, y que imaginar que mueves el meñique durante unos minutos al día puede aumentar su fuerza hasta un 35%?
No, no me he vuelto loco (todavía). Veamos de qué estamos hablando.
Seguramente habrás oído algo del "entrenamiento mental", una práctica que se puso de moda en los años 80 y que practicaron algunos equipos olímpicos. La idea es que cuando el deportista se imagina a sí mismo realizando la tarea que va a desempeñar, está mejorando de alguna manera su rendimiento. Algunos científicos eran algo escépticos respecto a estas afirmaciones, hasta que empezaron a hacer experimentos. El psicólogo deportivo estadounidense William Straub, por ejemplo, fue uno de los que no se lo tragaron, así que organizó una experimento con 65 estudiantes universitarios y les sometió a un experimento de ocho semanas.
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La prueba consistió en comprobar su habilidad para lanzar dardos y dividirlos en varios grupos: a uno se les mandó no volver a jugar en dos meses, a otros les mandó entrenar media hora al día y a los otros tres grupos les hizo alternar el entrenamiento físico con el mental y visualizarse a sí mismo lanzando los dardos en lugar de lanzar. Pues bien, los resultados no fueron los que Straub esperaba. Los que no habían entrenado no mejoraron, los que habían entrenado mejoraron una media de 67 puntos y los que usaron el entrenamiento mental mejoraron una media de 111, 141 y 165 puntos.
¿En qué se basan estas mejoras? El cerebro tiene una serie de mapas motores que evolucionan a medida que aprendemos a realizar una actividad. Cuando mejoramos nuestro revés de tenis, por ejemplo, se crean nuevas conexiones neuronales y el mapa motor se modifica en nuestra corteza cerebral hasta que interiorizamos la actividad y la hacernos casi de manera inconsciente. De hecho, los grandes atletas controlan de tal forma su mapa motor que la actividad pasa de la corteza a regiones más profundas del cerebro: ya no necesitan pensar en lo que hacen. Pero, ¿qué sucede cuando uno imagina que está haciendo algo en lugar de hacerlo de verdad?
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Lo que indican los estudios con neuroimagen es que las áreas de la corteza motora primaria se activan de manera muy parecida cuando imaginamos que movemos el cuerpo y cuando lo movemos de verdad. La diferencia está en que el cerebro no da la orden de moverse a los músculos. Esto se conoce especialmente bien en colectivos que deben desarrollar actividades motoras muy concretas y que necesitan mucha práctica, como los atletas y los músicos. Entre estos últimos se conocen muchos casos de instrumentistas que practican imaginando el instrumento. En su libro "El mandala del cuerpo" (La liebre de marzo, 2009), Matthew y Sandra Blakeslee relatan que el pianista Vladimir Horowitz entrenaba con la imaginación porque no soportaba tocar otro piano que no fuera el suyo y cuentan el caso de un violinista que pasó siete años en la cárcel sin su instrumento pero que dio un concierto impecable al salir gracias a que había estado practicando cada día mentalmente.
El neurocientífico Álvaro Pascual-Leone, de la Universidad de Harvard, está muy interesado en los mapas motores. En 1994 hizo una investigación con voluntarios a los que enseñó a tocar el piano y comprobó cómo la región correspondiente a cada dedo en el mapa cerebral iba creciendo a medida que aprendían a tocar el piano. Y que volvía a su ser si dejaban de practicar la actividad. Intrigado por estos procesos, Pascual-Leone repitió el experimento con nuevos voluntarios al cabo de un tiempo pero esta vez, en lugar de pedirles que tocaran el piano con los cinco dedos, el entrenamiento consistió en imaginar que tocaban. ¿Qué pasó? Pues que los resultados en el mapa motor del cerebro eran casi los mismos que con los voluntarios que tocaban de verdad.
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Si aún no te da vueltas la cabeza, espera a conocer lo que sucedió en otro estudio realizado en el año 2004 en la Fundación Clínica de Cleveland. En esta ocasión se pidió a un grupo de voluntarios que movieran cada día un dedo con una tabla de ejercicios, a otro grupo se le pidió que imaginaran que movían el dedo y al grupo de control que no hiciera nada en absoluto. Después de 12 semanas, los que entrenaron físicamente mostraron un incremento de la fuerza en el dedo de un 53%, el grupo control no mostró ningún cambio y el grupo que sólo había pensado en mover el dedo mostró una mejora del 35%. Y no se trata de un experimento aislado, en otras pruebas se ha comprobado que este entrenamiento mental fortalece ligeramente los músculos en proporciones algo menores que el ejercicio real.
¿Significa esto que, como pensaba un amigo mío, tumbarse en el sofá a ver la Vuelta a España o un partido de Liga fortalece los músculos? Desde luego que no. ¿Puede un deportista sustituir la actividad física por la mental para obtener rendimientos similares? En absoluto. De hecho, este tipo de entrenamiento solo sirve cuando la persona ya tiene unas habilidades adquiridas, de nada vale imaginar que uno puntea la guitarra como Mark Knopfler si uno no sabe tocar la guitarra. Pero este tipo de conocimientos sobre el cerebro y el mapa motor pueden ser extremadamente útiles en programas de rehabilitación y para ayudar a personas a recuperar la movilidad de ciertos músculos. También ayuda a algunos deportistas en sus programas de entrenamiento, y conocer lo que es capaz de hacer nuestro cerebro nunca está de más.
Para saber más: "El mandala del cuerpo", Matthew y Sandra Blakeslee (La liebre de marzo, 2009) / The Science of Mental Fitness (Damn Interesting) / The Brain That Plays Music and Is Changed by It (Alvaro Pascual-Leone)

lunes, 9 de septiembre de 2013

Duerme con música y mejorará tu memoria

Articulo cortesia de Quo.

Los oscilaciones cerebrales durante el sueño se sincronizan con los sonidos suaves.

Mientras dormimos se producen pequeñas oscilaciones cerebrales que son esenciales para mantener los recuerdos. Ahora, una nueva investigación asegura que sincronizar sonidos con estas oscilaciones mientras dormimos mejoran nuestra memoria, además el sueño es más placentero.

Los autores de la investigación, que aparece publicada en la revista Neuron, aseguran que esta puede ser una manera sencilla y nada invasiva de influir sobre la memoria.
Por el momento sabemos que esta estimulación auditiva a bajas intensidades, es un enfoque a la vez práctico y ético, comparado por ejemplo con la estimulación eléctrica. Además, es posible que represente una herramienta sencilla para mejorar los ritmos del sueño”, dijo el investigador, dijo el líder de la investigación, Jan Born, de la Universidad de Tübingen, Alemania.
Para llegar a estas conclusiones, Born y su equipo realizaron pruebas en 11 individuos en distintas noches. Durante ese periodo los voluntarios fueron expuestos a estimulas sonidos y estímulos simulados.

Cuando era expuestos a sonidos estimulantes sincronizados con el ritmo de las oscilaciones lentas del cerebro, los voluntarios eran más capaces de recordar asociaciones de palabras que habían aprendido la noche anterior. Por el contrario, la estimulación no sincronizada era ineficaz.

Para el investigador, “la estimulación sonora es sólo eficaz cuendo se producen los sonidos en sincronía con el ritmo constante de las oscilaciones cerebrales durante el sueño profundo”, asegura.

Los investigadores dicen que estas técnicas también podrían utilizarse para mejorar otros ritmos cerebrales involucrados, por ejemplos en los ritmos de sueño o en los procesos de atención.
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Nota añadida por el autor del blog;

De aqui se deduce que podria utilizarse binaurales y musica relajante en tonos muy bajos en un sueño de calidad para mejorar la memoria. Esto lo podemos hacer facilmente con un archivo de mp3 preparado al uso y repetido en bucle toda la noche en un reproductor, movil u ordenador(o tablet) al lado de la cama.

sábado, 7 de septiembre de 2013

¿El café ayuda a mejorar la memoria?


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¿El café ayuda a mejorar la memoria?



Esta sustancia, la cual cada día tomamos sin conocer realmente todas sus cualidades, hoy nos encontramos con que el café, mejora la memoria. El café posee muchos beneficios, entre los que se encuentra que conserva y potencia la memoria.

Sobre el café se han realizado diversos estudios, que aseguran que es bueno para combatir la fatiga muscular, el cáncer de hígado, el alzheimer o que es bueno para mejorar la memoria. Este último indica que el café desaceleraría la pérdida de memoria en las mujeres, sobre todo en aquellas mayores de 65 años.



Recordar sucesos y eventos pasados se va viendo afectada por el paso del tiempo, principalmente es a partir de los 65 años cuando ocurre esto en hombres y mujeres; es decir, conforme la edad sigue avanzando, la memoria se va deteriorando. Por ello, la ingesta de tres tazas de café diarias aporta beneficios visibles la memoria de personas mayores de 65 años, y sobre todo a la salud mental, esto fue determinado según recientes estudios realizados por científicos británicos portugueses, gracias a una serie de experimentos realizados en Francia sobre más de seis mil personas.

Específicamente, el efecto que tiene el café en este sentido se da con mayor frecuencia en las mujeres, esto se debe a que ellas presentan una mayor capacidad de asimilación de la cafeína. Del mismo modo, también se observó que los efectos beneficiosos del café tienen un aumento considerable de los en las personas que poseen una edad avanzada.

Las conclusiones que dio a luz el estudio indican que el café actúa como inhibidor del mecanismo degenerativo que conduce al mal de Alzheimer, retrasando su aparición.

Por todo lo mencionado anteriormente, los resultados del estudio sentencian que sobre todo en las mujeres mayores de 65 años, definitivamente el café mejora la memoria,

jueves, 5 de septiembre de 2013

Vitaminas y omega-3 evitan el encogimiento del cerebro


Algunos adultos mayores con niveles altos de ácidos grasos omega-3 y vitaminas B, C, D y E en la sangre tuvieron un mejor desempeño en ciertas medidas en la habilidad del pensamiento, y también mostraron una tendencia a tener un mayor volumen cerebral, según halló un nuevo estudio.
Los adultos mayores con altos niveles de grasas transgénicas en su sangre, por el contrario, mostraron peores resultados en cuanto a sus habilidades mentales y también cerebros más encogidos.

Los investigadores alegaron que los hallazgos sugieren que los nutrientes trabajan en sinergia entre sí para servir de protección al cerebro.



Para las personas con un perfil vitamínico alto en B, C, D y E, estos nutrientes particulares parecen trabajar en conjunto en cierto punto. Aquellas personas que presentaban niveles más altos de estas vitaminas mostraban una asociación con una mejor función cognitiva y un volumen cerebral más grande.

En el estudio, los investigadores midieron los niveles de más de 30 nutrientes en la sangre de 104 personas con una edad promedio de 87 años. En el total, los participantes eran bien educados, sanos no-fumadores que tenían relativamente pocas enfermedades crónicas y no tenían problemas con la memoria o el pensamiento. Los investigadores también realizaron escaneos mediante resonancia magnética de 42 participantes para medir el volumen cerebral.

Cierto grado de atrofia cerebral, o encogimiento, ocurre a medida que se envejece. El encogimiento más significativo se asocia a la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores hallaron que los varios tipos de nutriente parecen afectar diferentes aspectos del pensamiento, sugiriendo que trabajan en distintos caminos en el cerebro.

martes, 3 de septiembre de 2013

¿Cómo solucionar los problemas de concentración?


Los problemas de concentración son muy frecuentes y pueden representar verdaderas complicaciones para las personas que los padecen, sin importar cuáles sean las causas que los determinan. Como se ha demostrado empíricamente ya varios atrás, el cuerpo y la mente no deben ser dos conceptos a tomarse por separado sino, contrariamente, estos dos elementos representan un todo y deben considerarse de esta manera.
¿Qué es la concentración?
Antes de saber cómo atacar a nuestro “enemigo”, tenemos que conocerlo profundamente.
La concentración es una capacidad que se fundamenta en la posibilidad de centrar voluntariamente la atención en una tarea o razonamiento en particular y, al mismo tiempo, bloquear otras tareas y estímulos que representen distracciones. Estos estímulos pueden ser de toda clase, desde pensamientos y recuerdos, hasta ruidos molestos y aromas.
La concentración, si bien es un proceso natural de nuestro organismo, puede ser controlada y aprehendida a través de distintas técnicas, las cuales describiremos a continuación.
 
Técnicas para mejorar la concentración
1. Rutinas
El hábito de generar rutinas y apegarnos a ellas será potencialmente bueno para nuestros problemas de concentración, ya que estaremos acostumbrando a nuestro cuerpo y mente a realizar determinadas tareas específicas en determinados horarios y a NO hacer otras tareas que corresponden a otro momento.
Si estructuramos nuestro día en pequeñas rutinas organizadas, podremos canalizar mejor nuestra concentración. Sin embargo, debemos ser conscientes que para generar hábitos rutinarios necesitamos que pase cierta cantidad de tiempo que nos permita acostumbrarnos correctamente y no frustrarnos si al principio no logramos la concentración que buscamos en los períodos de tiempo que hemos estipulado para ello.
2. Distracciones
Las distracciones son nuestro enemigo y debemos combatirlas cuando lo necesitamos. Cuando elijas esos períodos de tiempo en los que quieres concentrarte en determinadas actividades, planifica de antemano desconectar el teléfono, apagar el móvil, alejarte de redes sociales, evitar escuchar música que pueda alterarte, etc.
Si aprendes a manejar las distracciones correctamente, verás importantes resultados en cuanto a tu concentración, mejorarás tu productividad en las actividades que realizas frecuentemente y, por lo tanto, ganarás tiempo para disfrutar en otras actividades o simplemente descansando.
3. Conócete
No todos somos iguales y, por lo tanto, no funcionamos igualmente. Es muy importante que aprendas a conocer cuáles son los períodos en los que puedes concentrarte mejor en promedio. Todos sabemos que no somos igual de productivos a la mañana que a la noche, luego de haber trabajado 8 horas. Es fundamental aprender a identificar estos bloques de tiempo en los que sentimos poder concentrarnos mejor y, si tenemos la posibilidad y los medios para hacerlo, organizar nuestra rutina entorno a estos horarios.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Un entrenamiento de fuerza podría ayudar a disminuir los riesgos de demencia


Las mujeres mayores que notan los primeros signos de pérdida de memoria pueden guardarse de la demencia completa mediante un entrenamiento fortalecedor de rutina, sugiere una investigación reciente.

Sin embargo, aunque el levantamiento de pesas bajo supervisión pareció alzar el funcionamiento mental entre aquellas que luchan con la pérdida de memoria, los programas a base de actividad aeróbica no confirieron un beneficio similar de la salud mental.

La mayoría de los estudios han examinado el entrenamiento aeróbico, pero este estudio compara el ejercicio aeróbico y entrenamiento de fuerza. Y entre las personas que aún no cuentan con demencia, pero ya están en un alto riesgo en términos de memoria desmejorada y un deterioro de la función ejecutiva, el estudio muestra que el entrenamiento de fuerza, pero no de ejercicio aeróbico, tiene beneficios para la cognición.

Los autores observaron que la demencia es una gran preocupación de salud pública, con un nuevo caso diagnosticado en algún lugar del mundo cada 7 segundos.

Entre los ancianos, el deterioro cognitivo o mental leve es visto como un indicador de riesgo futuro de demencia total, así como la oportunidad de intervenir tal vez con algún tipo de tratamiento que pueda reducir ese riesgo.

Anteriormente, el equipo del estudio encontró que clases de dos veces por semana de resistencia (fuerza) durante un año parecían aumentar la capacidad cognitiva general en mujeres mayores mentalmente sanas.

Esta vez, el equipo se centró en las mujeres entre 70 y 80 años de edad que se habían quejado de dificultades de memoria consideradas con un “probable” deterioro cognitivo leve.

domingo, 1 de septiembre de 2013

El consumo de vegetales mejora la capacidad mental


Las verduras son hortalizas en la que la parte comestible son los órganos verdes de la planta como los tallos o las hojas. Entre este tipo de hortalizas encontramos a la acelga y a la lechuga. Dentro del grupo de verduras también se incluyen las legumbres verdes de las que se pueden comer sus semillas aún no maduras como son los guisantes y las habas.
cortesia de blogde farmacia

Las verduras son muy saludables porque aportan muchos micronutrientes que actúan sinérgicamente como antioxidantes y protegen de varias enfermedades crónicas tanto cardiovasculares como del cáncer de próstata y de colon.

Las verduras se encuentran en el segundo nivel fundamental de la pirámide de los alimentos. Además de aportar micronutrientes, aportan hidratos de carbono de absorción lenta y fibra dietética. Deberían ingerirse de cinco a seis porciones de verdura al día, siendo la equivalencia de una porción de verdura a media taza de vegetales verdes cocinados o enlatados, a una patata o a una zanahoria.

Ese tipo de vegetales son generalmente ingeridos con grasas saludables, como aceites para ensalada. Y eso ayuda al organismo a absorber Vitamina E y otros antioxidantes.

Las grasas de aceites saludables pueden mantener el colesterol bajo y las arterias despejadas, contribuyendo a que el cerebro se mantenga sano.

Por lo tanto las hortalizas y verduras son sinónimo de salud por su alto contenido de agua. Facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados, por su aporte de fibra. Ayudan a regular la función del intestino y a evitar o corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético porque además posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades como el exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides, venas varicosas y divertículos.