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lunes, 19 de agosto de 2013

Mnemónico para el principio arquimediano


El axioma de Arquímedes (llamado así en honor al matemático griego Arquímedes) es un antiguo enunciado que forma parte de los axiomas llamados de continuidad; de manera informal, se puede expresar como la propiedad de no tener elementos infinitamente grandes ni infinitamente pequeños. En un sentido moderno, se le llama arquimediano a estructuras matemáticas cuyos elementos verifican una propiedad análoga al axioma de Arquímedes.

El principio o axioma de arquimedes dice lo siguiente:

“Sean x real y  a  un número positivo entonces existe un n perteneciente a los números naturales tal que /  n(a) > x


para recordarlo usaremos la siguiente historia: Arquimedes tiene en sus manos una lanza de dos puntas (la recta real se representa como una recta con dos flechas)  Arquimedes parte esta lanza por la mitad (quedándose con la semirecta real positiva donde pertenece a) y luego esta lanza de una sola flecha la corta en partes iguales ( es decir en números naturales como ya sabemos los naturales son el 1,2,3... n ) todo quedara claro con la imagen que hice en paint.


Después simplemente solo debemos recordar la palabra nax  y obtendremos na>x, aquí lo importante es reconocer que símbolo representa al numero natural cual al real y cual al real positivo... X representa al real es fácil ver esto pues siempre se usa "x" para números reales; "n" es el numero natural que también es el mas usado para representar números naturales y por descarte "a" sera nuestro numero real positivo. Este principio es importante en análisis real, una de sus aplicaciones por ejemplo es la demostración de los máximos enteros.

Consejos alimenticios para reforzar la memoria



Imagen y Articulo por cortesía de BlogdeFarmacia.com

Las lagunas de memoria, las dificultades en el aprendizaje, la pérdida de concentración… todo esto puede llegarnos en cualquier momento, y a veces de forma transitoria.

El ejercicio físico, el entrenamiento cerebral y las actividades sociales son medios sencillos para mantener activa la memoria, pero la alimentación juega un papel muy importante.

1. En el desayuno: tomar un desayuno completo. Dar prioridad a los cereales integrales. Evitar los azúcares añadidos (azúcar blanca, chocolate para untar, mermelada…) y los alimentos muy grasos (chacina, frituras…). El cerebro dispone entonces de todos los elementos nutritivos y energéticos (glúcidos lentos) necesarios para su correcto funcionamiento, y así evitamos los golpes de fatiga intelectual al final de la mañana.

2. En la comida: evitar los glúcidos refinados: pan blanco, arroz blanco, pasta, sémola… y también las patatas. Privilegiar las proteínas (aves, pescado…) y las verduras. Evitar igualmente los postres azucarados. Los azúcares simples y refinados son rápidamente asimilados por el organismo, lo que favorece la disminución de la atención, de la concentración y de un óptimo rendimiento intelectual por la tarde.

3. En la cena: los glúcidos refinados están permitidos. Al ser de rápida asimilación, favorecen el descanso por la noche, algo necesario para el buen funcionamiento del cerebro y la consolidación de los aprendizajes.

4. Evitar las comidas copiosas. Dar prioridad, por el contrario, a las comidas ligeras y con pocas calorías. Si lo necesitáis, podéis comer algo a lo largo de la mañana y también por la tarde (fruta, frutos secos, lácteos sin azúcar…). Una buena idea es tomar el postre de mediodía a media tarde.

5. Comer Omega3, consumiendo pescado, tres veces por semana (salmón, sardina…), pero también algunos frutos secos como las almendras o nueces del Brasil, y también aceite de colza y de nuez. Los Omega3 son ácidos grasos que favorecen la creación de la membrana neuronal. De esta forma, los Omega3 son indispensables para el buen funcionamiento del cerebro, ayudando a prevenir la aparición del Alzheimer.

6. Consumir fruta y verduras. En general aportan buenas dosis de vitaminas, entre las cuales están los antioxidantes que protegen las facultades cerebrales.