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sábado, 24 de marzo de 2012

¿Cómo dominar un concepto por completo?

Muchas veces me he preguntado qué es lo que se hace para saber mucho acerca de una cosa en particular. Hecho, concepto, fórmula o idea. Y ha sido tras observar a mi hija, de poco más de un año de edad, cuando me he dado cuenta de lo que se hace para dominar por completo un concepto, de arriba a abajo. Cuando tiene delante un objeto nuevo para ella, algo que nunca antes había visto, lo coge por un lado, por otro, le da la vuelta, lo chupa, se lo acerca, lo aleja, lo deja caer, le da una vuelta, luego otra, lo pone boca arriba, boca abajo, le da golpes con la mano, le da golpes con otro objeto, si tiene alguna pieza que se puede desprender, intenta quitarla y si puede, luego intenta ponerla … Y vuelve a repetir lo anterior en distinto orden las veces que hagan falta hasta que se ha aprendido por completo el objeto nuevo. Que ya deja de serlo desde ese momento. Tras lo cual, ya no tiene interés para ella y lo aparta de su vista. Se lo ha aprendido. Era  algo que no conocía. Ha puesto todos sus sentidos para aprenderlo, para descubrir en qué consiste, cómo suena, a qué sabe, cuál es su forma desde todos los ángulos posibles, si se puede romper, si no, si se puede moldear, si se puede deshacer. Y una vez acaba con ello, a por otra cosa nueva. A aprender más.
¿Qué le lleva a ella a actuar de esa forma? Pues la verdad es que la psicología infantil no es uno de mis fuertes pero sí intuyo que la necesidad de aprender. Supongo que su instinto de supervivencia tiene mucho que ver en todo ello. Eso y una curiosidad infinita. No le da miedo coger algo nuevo de lo que no tiene ninguna referencia anterior, algo con lo que no está familiarizada.
Aplica este modelo a cualquier materia o concepto (Historia, Filosofía, Literatura, Psicología, Enfermería, …). Por ejemplo, si estudias Historia, pregúntate cómo sería la vida en aquel momento en ese sitio en particular, ponte en el caso del rey, del noble, del campesino; pregúntate qué hubiese pasado si en lugar de estar reinando Ludovico X “El Caballero” lo hubiese estado su oponente Paco “El Flaco”; ¿qué hubiese pasado si el escenario hubiese tenido lugar en otra parte del mundo, en otro continente?; ¿y si en lugar de un país pequeñito se tratase de un imperio que abarcase medio `planeta?; ¿y si el rey en lugar de un déspota cruel hubiese sido un budista?; … Otro ejemplo: si estudias la fórmula de la velocidad: velocidad = espacio / tiempo (v=e/t), imagina qué pasa cuando aumentas el valor del espacio, ¿qué ocurre? ¿la velocidad aumenta o disminuye?; ¿qué pasa si aumentas el tiempo? ¿el objeto irás más rápido o más lento?; aplica la fórmula a lo que tarda una hormiga en un recorrido de 10 centímetros; aplica la fórmula al vuelo de un avión transoceánico; compara resultados; y, si en lugar de utilizar tiempo, ¿divides entre masa? ¿tiene algún sentido?; juega con las unidades, multiplica uno de los valores por un millón y ve qué pasa, ¿existe algo a lo que le puedas aplicar esos valores?; …
Coges la idea, ¿verdad? Dale todas las vueltas que hagan falta. Ten en cuenta todas las variantes que se te ocurran. Utiliza tu imaginación para crear todas esas situaciones absurdas que no han ocurrido pero que te sirven para familiarizarte con el concepto, fórmula, hecho o idea que estás estudiando. A la vez que haces este ejercicio de creatividad, asimilas lo que estás estudiando, creas enlaces mentales que afianzan tu conocimiento. Aumentas tu confianza en tí mismo y en lo que estás haciendo. Además, y no menos importante que todo lo anterior, ¡es divertido!