Reconocer el rostro de las personas no basta. Recordar sus nombres tiene igual importancia.
Sin embargo, es más difícil para la mayoría recordar un nombre que un rostro. La razón es
simple: en la percepción visual entran mayor número de excitantes que en la auditiva.
Cuando alguien nos habla, hay una continua repetición de imágenes visuales, y el nombre
pronunciado en la presentación se pierde entre el resto de las palabras.
Para obviar esta dificultad, pocas y precisas son las reglas a seguir:
1) Memorice el nombre correctamente, en sus sílabas;
2) No tema pedir que lo repitan;
3) Introduzca continuamente el nombre del interlocutor en la conversación.
Estos medios aumentan el número de veces que con la figura está presente el nombre y su
práctica salva la principal falla de este tipo de memoria: la carencia de repeticiones.
Es casi imposible retener un párrafo en lengua extraña si no sabemos el significado o
relaciones de cada palabra con las de nuestro idioma. Cuanto más concreto, mejor se
recuerda un término. Lo mismo ocurre con los nombres. Debemos, pues, buscarles una
relación. En todo idioma los apellidos pueden ser divididos en dos categorías:
1) Nombres que de suyo significan algo como Herrero, Pino, Casas, Moreno, Costa, Conde,
etc. También en esta categoría caben aquellos que sin tener significado propio Lo adquieren
por extensión, pues uno de sus portadores representa algo característico: Bolívar, Ford,
Gillette, etc.
2) Nombres sin característica propia o que por exóticos no podemos darle significado
concreto como Muñoz, Alí, Sokolovsky, Herrick, Sollier, etc., pero susceptibles de ser
clasificados por su origen español, árabe, ruso, inglés, francés, etc.
Así ordenados, cada nombre queda en nuestra mente soldado a algo concreto; a un contraste,
cuando un señor con buena cabellera se apellida Calvo; un rubio, Moreno, o dispuestos
según su origen. La dificultad inicial de la retentiva de nombres —dijimos— está en el poco
número de imágenes que crean; por ello, siga estas reglas, acuda después a su ingenio e
invente todas las asociaciones posibles. La repetición y la asociación son las vías para
desarrollar este tipo de memoria