Vistas de página en total

martes, 27 de marzo de 2012

El saber ocupa lugar

¿Crees que no te frenas a ti mism@?

Cuántas veces te habrás dicho o habrás oído cosas como:
  • “Eso es mucho, ¿cómo me voy a estudiar tanto?”
  • “Yo no tengo capacidad para memorizar todo eso”
  • “Ya no doy para más”
  • “Ya no me cabe más en el cerebro”
  • “Si hubiese menos datos… a lo mejor me lo podría estudiar”
  • “Para sabérmelo todo me tendría que tirar toda la vida estudiando”
  • “¡Venga!, no te estudias tu todo eso ni loc@”

Qué limitad@ estás:

Con frases como las anteriores das por supuesto que la capacidad de registrar datos en tu memoria es no sólo limitada sino además escasa. Nada más lejos de la realidad. Como puedes comprobar en el artículo “¿Qué cabe en tu propio almacén?“, puedes guardar una cantidad ingente de información en tu cerebro. De hecho es que lo haces desde que eres niñ@ sin darte cuenta. Cuando eras pequeñ@ absorbías información sin parar. El término de “ella/él es como una esponja” te iba que ni pintado. Debido a cómo se educa a l@s niñ@s generalmente, la influencia de los medios de comunicación, el entorno social y otros factores, poco a poco se va limitando la capacidad de, entre otras cosas: aprender tan rápidamente. Seguro que pueden servir como ejemplo frases como las siguientes, tan comunes en demasiadas ocasiones. En realidad, nunca deberían escucharse, sobre todo siendo niñ@:
  • “Éste/Ésta no vale para estudiar”
  • “A mi niñ@ no se le dan bien las matemáticas”
  • “Es que es muy torpe con las cuentas”
  • “Siempre se le ha atragantado la ortografía”
  • “Eso es mucho para ti, tú tienes que estudiar esto otro, porque con eso no vas a poder”
  • “Esa carrera cuesta demasiado[esfuerzo] y tú no puedes con tanto, eso es para gente con más cabeza”
Con ello, desde pequeñ@, ya se te envía el mensaje de que estás limitad@ a la hora de utilizar tu mente para estudiar y que hay ciertas o muchas cosas que es mejor ni te plantees porque tú no las vas a poder conseguir.

El saber ocupa lugar…

Es cierto. Pero es tan pequeño el espacio que ocupa o, lo que es lo mismo, es tan grande el almacén que hay en tu cerebro, que puedes introducir mucha más información de lo que puedes llegar a imaginar. Es verdad que si sabes cómo hacerlo, manteniendo una Estructura, utilizando conceptos como la Asociación, la Imaginación y repasando a intervalos adecuados, la información (“el saber”) va a ocupar menos, va a ser más accesible y va a estar mejor ordenada. Pero incluso sin las anteriores claves para memorizar, tu capacidad de almacenar información está muy lejos de parecerse en tamaño a lo que siendo pequeñ@ y no tan pequeñ@ escuchas habitualmente.


¿Te has sentido alguna vez llegando al límite de tus posibilidades mentales?, ¿has pensado alguna vez que nunca serías capaz de estudiar algo (un examen, un título, un diploma, una carrera, …) porque eso se trataba de demasiada información a retener para ti?