Otras veces el criterio que necesitas aplicar para dar con la respuesta correcta es el descarte. Por ejemplo, imagina que no estás segur@ de que Japón esté en Asia o en Oceanía. Sabes que se encuentra en esa parte del mundo pero no exactamente en cuál de los dos continentes y te preguntan:
¿En qué continente está Japón? [Las posibles respuestas son:]
a) América
b) Europa
c) África
d) Asia
Estás convencid@ de que la respuesta es bien “Asia” bien “Oceanía”;
ambas no aparecen en la lista de respuestas así que sólo puede ser una
de las dos. Sabes que la opción a) América no es ni Asia ni Oceanía; b)
Europa no es ni Asia ni Oceanía; c) África no es ni Asia ni Oceanía;
entonces descartas las tres y escoges la última opción como verdadera,
d) Asia.a) América
b) Europa
c) África
d) Asia
En los demás casos donde no se puede aplicar el sentido común ni hacer descartes entre las respuestas para hallar la verdadera, necesitas haber estudiado (memorizado previamente) la materia en mayor o menor profundidad. Para exámenes en los que la mayor parte de las preguntas tienen la respuesta correcta muy específica, necesitas poseer un control mucho mayor sobre la materia de examen que en otros casos.
Las proporciones
Generalmente los tres factores (sentido común, descarte y memorización previa) aparecen en todos los tipos de test. La proporción de cada uno varía debido a la dificultad de la prueba y/o al nivel de comprensión y memorización que tengas sobre la materia a responder.- Cuanto mayor sea tu dominio sobre los temas examinados, el sentido común y el descarte guardan un menor peso específico.
- Cuanto menos hayas estudiado la materia, más necesitarás apoyarte en el sentido común y los descartes para hallar la respuesta correcta. Y ésto, en numerosas ocasiones, no se traduce en éxito. Simplemente porque ambos factores (sentido común y descarte) pierden fuerza cuanto menos sepas sobre lo que te están preguntando.
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