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domingo, 17 de febrero de 2013

l poder de la sugestión en 9 ejemplos.


Muchos famosos filósofos en épocas antiguas hablaron de cómo todas las circunstancias de la vida marcan las acciones presentes de los individuos. Un trágico evento, una frase que alguien te dijo en el momento adecuado, cualquier pequeño detalle puede sugestionarnos y acabar siendo clave en nuestras decisiones futuras. Una idea se implanta en nuestra cabeza sin que seamos conscientes y nos lleva a otra idea que puede no sólo llevarnos a tomar una decisión concreta, sino incluso llegar a perfilar o cambiar nuestra personalidad.
Pensadores cómo  Baruch Spinoza, Arthur Schopenhauer, Karl Marx o Friedrich Nietzsche fueron quienes defendieron esta idea, muy crítica con el concepto de libre albedrío defendido por las facciones más católicas de sus sociedades.
Pero en Medciencia no solemos hablar de filosofía, os cuento todo esto para introduciros un poco en un artículo publicado el presente año en el Current Directions in Psychological Science (Michael et al., 2012) donde se nos da 9 ejemplos sobre como la sugestión puede cambiar la vida de las personas en diferentes aspectos. Los ejemplos son los siguientes:
1.Estimulo de la inteligencia.
En 2007, científicos de la universidad de Washington hicieron un experimento en el que demostraban que se puede aumentar la inteligencia de un individuo dándole un placebo y afirmando que éste elevará su capacidad cognitiva. Los pacientes creen fervientemente que el fármaco aumentará su estado de alerta y atención, así que se esfuerzan en estar atentos.
2.Aumentar la credulidad.
En la universidad de Wellington, en 2003, se realizo un experimento en el que se vio que la gente se volvía más susceptible creerse información falsa después de beber varios falsos cócteles de vodka (por supuesto el experimento también funciona si los cócteles son realmente de vodka).
3.Provocar alucinaciones.
Científicos del Reino Unido se dedicaron en 2009 a sugestionar a 38 estudiantes para que viesen a color un patrón realmente en escala de grises. Efectivamente, los individuos altamente sugestionables llegaron a ver el patrón en color.
4.Comidas sabrosas.
Parece ser que basta con darle a una persona una chocolatina sin ninguna marca comercial y decirle que se trata de chocolate suizo para que automáticamente el chocolate le resulte delicioso, aunque en realidad sea “made in Taiwan”.
5.El efecto Hawthorne.
Es uno de los efectos de sugestión más conocidos (junto con el efecto placebo). La idea es que las personas cambian en cierto modo su forma de actuar cuando saben que están siendo observados, por ejemplo, los trabajadores rinden más si saben que su jefe les está viendo.
6.Lo que se espera de nosotros…
Aunque muchos digáis que no os importa lo que los demás piensen de vosotros, lo cierto es que los estudios avalan el hecho de que nuestro rendimiento mejora cuando sabemos que alguien a nuestro alrededor tiene unas altas expectativas puestas en nosotros.
7.Señalar un inocente en una rueda de reconocimiento.
Al parecer se ha demostrado que al haber en la sala de reconocimiento de sospechosos alguien que sabe quién es el sospechoso principal aumentan más del 300% el número de falsas identificaciones. Esto nos lleva a la conclusión de que, en ocasiones, inconscientemente somos capaces de transmitir a otros nuestros conocimientos (esto no vale en los exámenes, por si os lo preguntabais).
8.Mejorar en deportes y rompecabezas.
Se dice que los deportistas suelen ser gente bastante supersticiosa, pero al parecer no sólo ellos lo son. Científicos alemanes realizaron un experimento en 2010 en el cual se demostró que la mayoría de las personas obtenía mayor éxito en diferentes pruebas (no sólo físicas) cuándo se hallaba en la sala algo que “les daba suerte” o habían recibido algún gesto de buena suerte.
9.Implantar falsos recuerdos.
Existen experimentos que demuestran que es posible que algunos de nuestros recuerdos de la infancia no sean del todo reales o incluso nada reales, sino que algunos de estos recuerdos pueden haber sido construidos a partir de experiencias posteriores, cosas que hemos oído, leído o que nos han contado.
Como veis, todas estas cosas y seguro que muchas más pueden conseguirse sólo con un poco de sugestión. Claro que no pretendo asustaros, tampoco es cómo si no fueseis en absoluto dueños de vuestras vidas. Además, he de decir que estos procedimientos no funcionarían con todos vosotros ya que hay personas muy sugestionables, y otras, por el contrario, muy difíciles de sugestionar.
Fuente: Spring