Cuando atiendes a la explicación en clase según estás mirando a través de la Visión Periférica, apaciguas tu mente. Te relajas. Liberas tu cabeza de pensamientos que entorpecen la labor de atención y permites que tu cerebro asimile la información, con mucho menos esfuerzo que cuando enfocas tu mirada hacia la cara del profesor y dejas que tu mente siga produciendo ruido mental de forma incesante
Por si no lo sospechabas con anterioridad, al comenzar mirar a través de la Visión Periférica estás simplemente entrando en un Estado Óptimo de Aprendizaje. Por eso los ejercicios de ampliación de la Visión Periférica son equivalentes al ejercicio de entrada en un Estado Óptimo de Aprendizaje
¿Cuando puedes (o deberías) hacer uso de la Visión Periférica?
- En clase, atendiendo a una explicación de la profesora
- En conferencias a las que asistes
- Justo antes de comenzar una sesión de:
- Memorización
- Lectura
- Repaso
- Elaboración de Mapas Mentales o Mapas Conceptuales
- Planificación
- Durante las sesiones anteriores cuando notes que es necesario
- Haciendo un examen escrito:
- Justo antes de comenzar a hacerlo, incluso antes de leer las preguntas
- Mientras lo haces, cuando notes que necesitas volver a ese Estado Óptimo de Aprendizaje
- Haciendo un examen oral:
- Justo antes de comenzarlo
- Durante la exposición. Elige un punto por detrás de las personas que forman el tribunal que te examina o escoge la que esté situada en el centro y amplía tu Visión Periférica al máximo hasta donde llegue
Imagen por: GuidoalfonsO