Vistas de página en total

jueves, 27 de diciembre de 2012

Recordar algo influye tu futuro


Nuestra memoria dicta como procesaremos información en el futuro.

¿Puede el simple hecho de reconocer un rostro mientras caminas por la calle, o el notar algo nuevo camino a casa cambiar la forma en que recordamos el camino? Un nuevo estudio publicado en la revista Science  por la Universidad de Nueva York muestra que recordar algo o notar algo nuevo condiciona o influye en a forma en que procesaremos la información en el futuro.

Este hallazgo sugiere que nuestra memoria puede adaptarse a la información de experiencias recientes, por ejemplo, si caminas hacia un nuevo restaurante por primera vez tu memoria puede codificar los detalles de este nuevo entorno tan bien como si recordaras uno al que fuiste con algún amigo.

El responsable de ambos procesos en el cerebro es el hipocampo, pero ¿cómo podría la misma zona codificar nuevas memorias y mantener los recuerdos?

Para resolver esta paradoja, los investigadores partieron de la distinción entre codificar o formar una nueva memoria a partir de separar patrones que se superponen y la decodificación o recordar un evento pasado en el que se unen esos patrones de eventos.

Así que el hipocampo podría estar dividido en estas funciones, por lo que pidieron a voluntarios a que hicieran dos pruebas mentales. En la primera se les mostró una serie de objetos divididos en 3 categorías: objetos nuevos, objetos repetidos y similares pero no idénticos.

Los participantes debían identificar a qué categoría correspondían, donde los similares eran los más importantes pues daban nuevos datos al observador pero mantenían un poco de información vieja.

Los resultados mostraron que la habilidad de notar los nuevos detalles y etiquetar algo como similar dependía de sí se detectaban o no los objetos viejos.
 
Todos hemos tenido la experiencia de ver una cara familiar inesperada a medida que caminamos por la calle, pero realmente es muy complejo cómo es que podemos llegar a reconocer estos eventos inesperados. Hasta ahora nunca se había detectado que el sólo ver una cara puede tener un impacto sustancial en el futuro estado de ánimo y  puede permitir, por ejemplo, darte cuenta de una cafetería nueva que acaba de abrir en la esquina o las flores nuevas en el jardinería por la calle", dijo Lila Davachi, profesora asociada en el Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York y autora principal del estudio.