Situación inicial
- Intervalos de estudio de 30 minutos (por ejemplo)
- Intervalos de descanso de 10 minutos (por ejemplo)
- Tiempo total empleado para una jornada: 150 minutos (2 horas y 30 minutos). Es decir, 4 sesiones de estudio de 30 minutos cada una más 3 descansos de 10 minutos cada uno
Casos
- A: No necesitas memorizar nada; Realizas tareas del tipo recopilación de información, lectura, investigación, planificación o subrayado
- B: Necesitas memorizar, pero sólo en una o dos de las cuatro sesiones de estudio de 30 minutos que componen tu jornada y tampoco durante los 30 minutos que dura cada una
- C: Necesitas memorizar en las cuatro sesiones de estudio, durante los 30 minutos que dura cada una
Por ejemplo: lo primero a memorizar podrían ser los títulos de los temas o las áreas que cubre el temario (el Gran Mapa Mental). Después, según avanzas, profundizas y entras en detalles, sigues memorizando.
Las sesiones maratonianas de memorización pueden llegar a ser muy ineficientes, consumiendo una gran cantidad de tus recursos y tiempo.
¿Cuándo repasar la primera vez?
- A: No hace falta que repases porque no memorizas nada
- B: Tras una sesión de 30 minutos en la que has empleado la última parte en memorizar, utiliza los primeros momentos de la siguiente sesión de 30 minutos (después de los 10 de la parada de descanso) para repasar. Si habías memorizado en la cuarta y última sesión, tómate 10 minutos de descanso y repasa justo después
- C: Tras cada sesión de 30 minutos, repasa desde el comienzo de la siguiente sesión, después del descanso de 10 minutos
¿Qué es lo mejor que puedes hacer ahora?
Ponlo a prueba y comprueba qué tal te funciona con estos tiempos y con otros (más largos, más cortos). Después evalúa los resultados y, como siempre, quédate con lo que mejor resultado te da
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