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miércoles, 26 de octubre de 2011

Aprender idiomas

Extractado de mnemotecnia.es;


NOTA: Este artículo está pensado para quienes ya conocen y están familiarizados con los métodos mnemotécnicos. Si no es tu caso, pero tienes interés en el tema, te recomiendo primero la lectura del libro "Breve manual de mnemotecnia" que encontrarás en la sección de [Archivos].
Allá por 1975, Richard Atkinson popularizó, como ayuda en el aprendizaje de idiomas, un método para adquirir vocabulario de lenguas extranjeras basado en principios mnemotécnicos. La técnica de la palabra clave, nombre con el que se conoce, consistía en lo siguiente:
Supongamos que quiero aprender una nueva palabra en inglés, por ejemplo address, que significa dirección o domicilio donde uno reside. El proceso a seguir es el siguiente:
- Reconstrucción
El primer paso consiste en buscar una palabra -palabra clave- que al pronunciarla suene muy parecido al término que quiero aprender. En este caso, pensando un poco se me ocurre el nombre de un vecino mío llamado Andrés. Así pues, Andrés será la palabra clave paraaddress.
- Relación
Ahora, empleando los principios mnemotécnicos que ya conocemos, imaginaré una escena que vincule la palabra clave (Andrés) con el significado del término que quiero aprender (dirección). Así, puedo imaginar como a mi vecino Andrés le han hecho un homenaje y el alcalde ha dado su nombre a la calle, por lo que ahora, cuando escribo mi dirección tengo que poner: calle Andrés… además han tomado mal mi dirección y cuando me escriben, las cartas llegan a la dirección de mi vecino Andrés.
- Recuperación
Cuando alguien pronuncie la palabra address saber su significado será fácil. ¿Cuál era su palabra clave? Es sencillo, pues su sonido era muy parecido: Andrés. ¿Y qué imagen tengo asociada con Andrés? El alcalde dando el nuevo nombre a la calle, mis cartas que llegan a ladirección de mi vecino… pues está claro: address significa dirección.
Este proceso se conoce como 3R. Al principio es necesario seguir la técnica paso a paso, pero con el uso el recuerdo se vuelve automático y llega un punto en que no necesitamos recurrir a la palabra clave ni rememorar la escena imaginada: sencillamente, ya forma parte de nuestro vocabulario habitual.
Es como aprender a conducir: al principio nos faltan sentidos para controlar los pedales, el volante, el cambio de marchas… pero con la práctica asimilamos los conceptos y terminamos llevamos el coche de forma instintiva, sin necesidad de ser conciente de cada movimiento.
Lo importante es, primero, crear una buena palabra clave…
Address > Andrés (vinculo sonoro)
…y después realizar una asociación entre la palabra clave y el significado del término extranjero, mediante el mecanismo que ya conocemos de imaginar una escena llamativa.
Andrés > dirección (vinculo visual)
El resultado es una forma eficaz y entretenida de adquirir vocabulario extranjero.
Address > Andrés > dirección
Sobre la eficacia del método, algunos estudios han constatado como el ritmo de aprendizaje es más elevado, se aprende antes, y el recuerdo del material aprendido es mucho más duradero, casi el doble que con el clásico método de “hincar codos” (Atkinson y Raugh, “An application of the mnemonic keyword method to the acquisition of a rusian vocabulary”, 1975). Además, personas con dificultad para el aprendizaje mejoran su rendimiento y aprenden con más facilidad (Griffith, “An evaluation of the keyword technique for the acquisition of korean vocabulary by military personnel”, 1981)
Para formar buenas palabras clave, Atkinson da tres recomendaciones:
a) La palabra clave tiene que sonar lo más parecido posible a la palabra extranjera. Al menos deberían coincidir, como mínimo, con la pronunciación de la primera sílaba.
b) La palabra clave tiene que significar algo concreto con lo que sea fácil componer una imagen. Por ejemplo, es más sencillo formar una imagen con la palabra mesa que no conjusticia, que es un término más abstracto.
c) Para evitar confusiones, la palabra clave no debería significar lo mismo que alguno de los términos extranjeros que estamos aprendiendo.
El éxito del método ha dado pié a su uso, no solo en la adquisición de vocabulario extranjero, también para aprender los países y sus capitales, nombres de personajes históricos, términos científicos como la clasificación de los minerales, vocabulario médico, etc. basándose siempre en el principio de la palabra sustituta o palabra clave.
NOTA: Aunque este sistema esté retomando cierto auge en nuestros días, su uso es antiguo. Por ejemplo, en España, Pedro Mata en su libro "Mnemotecnia" de 1845 dedica tres capítulos a esta técnia que, descriptivamente, titula "de la analogía fónica" o "voces análogas"