- Ahorras tiempo de lectura
- Ahorras tiempo de memorización
- Ahorras tiempo de planificación
- Ahorras esfuerzo
- Estudias eficazmente
- Estudias eficientemente
- Estudias (sólo) lo que necesitas para aprobar
- Te deshaces del lastre de las creencias: “yo no sirvo para estudiar”, “yo no puedo estudiar”, “yo no puedo aprobar”
- Ganas confianza en ti mism@
- Afrontas los exámenes con curiosidad en lugar de con miedo
- A la hora de decidir qué estudiar, el factor “Dificultad” pasa a un segundo plano. Cuando has aprendido a estudiar, que algo sea difícil de estudiar para l@s demás, no significa que tenga que serlo para ti
- El dicho “Nunca es tarde… ” se cumple
- Tienes el control sobre lo que haces (estudiando)
- Caminas sobre terreno firme porque sabes por dónde pisas (aunque lo que vas a estudiar sea nuevo para ti)
Referencia: “Lo que Deberías Aprender Antes de Aprender“
Foto: Flickr