Fuente MuyInteresante;
Haz la siguiente prueba: pídele a un amigo que haga una lista de diez
palabras o numeros. Léela una vez. Luego intenta recordar los elementos y
decirlos en voz alta. La mayoría de la gente repite un máximo de siete
elementos.
Todo tiene que ver con la memoria de trabajo, un tipo de memoria a corto plazo que funciona como una pizarra donde
escribimos y borramos rápidamente la información antes de que pase a
formar parte de la memoria más duradera o desaparezca rápidamente. Este
mecanismo es esencial para mantener una conversación, recorrer una
ciudad nueva o marcar un simple número de teléfono. Pero su espacio es
reducido. Concretamente, está limitado al "mágico número siete".
Pero, ¿por qué esa cifra? Mikhail Rabinovich, neurocientífico de la
Universidad de California en San Diego, y Christian Bick, del Instituto
alemán Max Planck, parecen tener la respuesta. En un artículo publicado
en noviembre en la revista Physical Review Letters, los investigadores presentan un modelo matemático que explica cómo se activan las neuronas cuando registran una secuencia de números o palabras.
Según su esquema, para cada ítem se activa un grupo de neuronas que
inhibe al resto momentáneamente mientras se retiene información, y
también mientras se recuerda. Cuando más larga es una frase o una cadena
de cifras, más difícil resulta para las células excitadas mantener
inactivas a las otras células nerviosas. En concreto, recordar siete elementos requiere 15 veces más "supresión neuronal" que recordar tres.
Y para recordar diez necesitaríamos 50 veces más capacidad de
inhibición. Repetir más de diez cifras o palabras usando nuestra memoria
temporal resulta fisiológicamente imposible para casi todos excepto
para los autistas, cuyo cerebro
parece capaz de crear circuitos mucho más fuertes que el de un sujeto
normal. "El cerebro es una compleja máquina bioquímica", asegura
Rabonovich.